Nos Vamos de No-Shopping!

viernes, 27 de enero de 2012

El otro día fui de rebajas y se me ocurrió compartir con vosotras algunos trucos para éstas ocasiones. (Y de paso comprobé que mi abuela no es la única de la familia que habla sola...)

No me refiero a ideas para combinar colores, encontrar chollos o deciros lo que se lleva ésta temporada. Que dicho sea de paso, tengo un lío con eso de las temporadas... Estamos en invierno. En las tiendas las prendas rebajadas son vestidos veraniegos y shorts. Las pasarelas nos enseñan lo nuevo para no sé que año. La “nueva colección” (que ocupa casi toda la tienda) es básicamente para el frío. Y para colmo, esa odiosa etiqueta de Prendas de continuidad... (Precisamente eran esas las que quería comprarme...) ¿Alguien me lo explica?

Y ahora que he dejado claro que soy una novata en el mundo fashion, me atrevo a daros unos consejitos sobre cómo comprar. O mejor dicho, CÓMO NO COMPRAR. Pues sí. Sinceramente comprar me parece muy fácil. Te lo pruebas (o a veces ni eso), lo pagas y ya está, comprado. Pero nadie nos dice cómo podemos no comprar y suprimir esos impulsos consumistas que luego pasan factura (y nunca mejor dicho).

Aunque los agentes de marketing me odien, como buena blogger que intento ser, comparto los trucos con mis queridos lectores (guiño guiño). Así que sólo tienes que apuntarte estas frases en tu agenda (o memorizarlas si eres muy lista) y repetirlas cuando salgas por ahí “a mirar escaparates” (empiezas por mirar y ya sabemos cómo acaba la cosa).

DECÁLOGO DE LA BUENA NO COMPRADORA
* Advertencia: el método es más efectivo si dices las frases en voz alta y mirándote a un espejo.

1.- Echa un vistazo a tu alrededor. ¿Quieres parecerte a esa gente que compra como si no hubiera mañana? ¡Tú tienes más estilo que todo eso! Y sales de la tienda con tu cara más digna pensando: pobre gente...
2.- ¿Qué gracia tiene estrenar todos los días? ¡Lo divertido es hacer nuevas combinaciones con la ropa que ya tienes! Y recuerda: ¡se lleva lo vintage!
3.- Los flechazos nunca funcionan. Es un chico bolso maravilloso pero te acabarás cansando de él.
4.- ¿Cuánto cobra la persona que ha cosido ésto para que cueste 8€? ¡Si sólo la cremallera es más cara! (puede ser un poco demagógico pero sirve para ablandar nuestro corazoncito y despertar un sentimiento de solidaridad que nos llevará a no comprar)
5.- Cuando tengas la prenda en la mano y te dirijas al probador piensa: no te va a quedar bien, éste color/forma/tejido/precio no te favorece nada.
6.- Espera a las 2as rebajas. Encontrarás las prendas más exclusivas (las que nadie ha querido)
7.- Esta parka (quien dice parka dice botas ugg) la he visto en miles de blogs. ¿Voy a ser la última pringada en lucirla? Pues ahora voy de original y no me la compro.
8.- Pero bueno, ¿Qué tiene este vestido? Si con unas tachuelas que tengo por casa y utilizando el cuello de esa camisa que ya no me pongo... ¡me lo puedo hacer yo misma! (nunca lo harás -o sí- pero tampoco comprarás)
9.- No puedes tener dos prendas iguales, aunque sean en diferente color. ¡No eres Paris Hilton!
10.- Seguro que la tienda huele así porque han echado un spray que nos hipnotiza y nos hace comprar. ¡Pues conmigo no cuela! Y vuelves a salir de la tienda super digna. En el caso de que haya puerta, quedará de película que pegues un pequeño portazo (total, hasta las segundas rebajas no vas a volver, no creo que se acuerden...)

Con un poco de suerte sólo te llevarás a tu casita una camisa (básica, que usarás un montón) y un par de bolsos por el módico precio de ¡20€!
Os tengo que decir que este método tiene algún que otro efecto secundario... Todas sabemos que comprar da subidón, así que si seguimos la lógica, no comprar = bajón. Por eso es muy importante ir acompañada de buenas amigas. Si, como en mi caso, te gusta ir de rebajas sola, puedes quedar con ellas después de tu aventura por las tiendas. Esto hará que te cargues de energía y que te olvides de todo lo que has dejado atrás. Te darás cuenta de que eres igual de feliz sin todo eso y de que cuando estás con tus amigas no importa la ropa que lleves, podrías ir desnuda que daría igual. (Qué puntazo esto de ir de cañas desnuda, habrá que probarlo...)

¡Espero ver a más de una por las tiendas mirándose al espejo y hablando sola!

1 comentario:

  1. Aunque supongo que tienes razón... pero reconoce que cuando estás de bajón lo mejor es comprártelo todo!!! jajaja

    de tu agente de marketing preferida! :)

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